Aunque parezca increíble, las últimas políticas aplicadas por el gobierno de Xi Junping ponen en jaque a las empresas tecnológicas e inmobiliarias, afectando a las firmas de juegos y a las empresas del ramo educativo.
Como era de esperar, esta última jugada generó desconfianza entre los inversores globales. Pues, por un lado tenemos la posible desaceleración de la economía china y por el otro, tenemos el nerviosismo que producen estas políticas, bautizadas por el gobierno como “prosperidad comunitaria” en la que básicamente, busca anteponer el bienestar ciudadano frente al beneficio empresarial.

Este movimiento tiene un antecedente histórico. Pues, la cuestión de la “prosperidad empresarial” es un término que utilizó en algún momento Mao Zedong, pero quedó en el olvido. Sin embargo, Jinping lo ha traído al presente, al punto de que lo ha utilizado por lo menos 65 veces en las intervenciones públicas que ha hecho durante el 2021.
Por supuesto, esto ha impactado el mercado. Desde lo cual, el índice bursátil MSCI China ha caído más del 12% en lo que va de mes. En resumen, hay muy nerviosismo alrededor del nuevo programa económico que China pudiera ejecutar.

Nuevas políticas económicas

Xi Jimping ha revolucionado las políticas económicas tradicionales del gigante asiático. Para comprobar esto, vale fijar nuestra atención en el hecho de que durante el mes de agosto, la comisión encargada de los asuntos financieros del Partido Comunista Chino, ha mencionado la necesidad de regular los ingresos excesivamente altos, además de la necesidad de que estos grupos devuelvan más a la sociedad.

Lo que produjo que el gigante electrónico Alibaba ofreciera una donación por más de 15.000 millones de dólares para el programa de “prosperidad comunitaria”. Movimiento que afectó su cotización en la bolsa de Hong Kong en un 4% menos.

¿Cómo empezó todo esto?

Ya se veían pistas en el panorama.

En noviembre del 2020 el gobierno frenó la salida de la filial bancaria de Alibaba (Ant Group) a la bolsa, esta era una operación que implicaba más de 37 mil millones de dólares. Resulta que, aparentemente, fue una especie de retaliación a las quejas que Jack Ma realizó en contra de las regulaciones económicas impuestas por el gigante asiático.

También, la comisión encargada de regular el ciberespacio chino, anunció que la empresa de transportes conocida como Didi, estaba en serios problemas por violar las leyes de recopilación de datos personales, por lo que ordenó que la app fuera eliminada de las tiendas de aplicaciones. Esto constituyó un duro golpe a la cotización de la empresa en la bolsa de Nueva York, ya que sus acciones cayeron más del 20%.

Además, el gobierno chino prohibió las empresas dedicadas el sector educativo con ánimos de lucro, esto constituyó la caída de la firma New Oriental Education and Tech.

Hasta los adolescentes se han visto en aprietos con estas medidas, ya que el gobierno limitó a tres horas semanales el tiempo que los jóvenes pueden jugar videojuegos.

A pesar de que George Soros señaló que era un grave error invertir en China. Lo más recomendable es seguir el consejo del banco suizo UBS: es sumamente importante evitar inversiones en las áreas que constituyen un riesgo político importante (salud, internet y bienes raíces), lo mejor es quedarse en sectores como energía y servicios al consumidor.