El mundo está en tensión. Las dinámicas geopolíticas entre Rusia y EEUU han girado hacia la hostilidad con la promesa de imponer fuertes sanciones económicas al gigante ruso en caso de que decida invadir Ucrania. 

Esta es una rencilla prácticamente histórica (Rusia-Ucrania/Rusia-EEUU). Pero, hagamos un ejercicio de imaginación: sabiendo que los mercados responden a cualquier cambio en el tono de las declaraciones de los actores políticos involucrados, ¿qué será de la economía rusa en caso de invadir Ucrania y que Occidente responda con sanciones económicas?

La realidad es que los mercados rusos han reaccionado a la escalada de la tensión referente a la crisis ucrania. Al punto tal de que, cuando la embajada estadounidense en Kiev le pidió a sus ciudadanos abandonar la ciudad, el rublo cayó frente al dólar, llegando a 79,9 por dólar. fiitg jersey fiitg jersey wigs com outlet cheap sex toys fiitg jersey the wigs wigs com outlet fiitg jersey nfl pro shop cheap sex toys wigs com outlet fiitg jersey nfl pro shop nfl pro shop the wigs 

Así mismo, el índice RTS de la Bolsa de Moscú cayó un 8.3%, cifras que se pensaban superadas después de la irrupción de la pandemia por Coronavirus. Sin embargo, por el momento la bolsa de Moscú cerró en términos verdes. 

 

¿La amenaza es real?

 

Muchos analistas económicos afirman que ni tanto. Rusia ha sido sancionada previamente (en el año 2015). Así que, el costo de invadir Ucrania no es tan alto. Incluso, el Ministro de Asuntos Exteriores ruso, Lavrov señaló que en caso de que las sanciones llegaran a darse, relacionadas con la transmisión de datos SWIFT, equivaldría a la ruptura de las relaciones entre ambos gigantes. 

En caso de que Occidente apelara por la desconexión del país de los sistemas financieros y el SWIFT, Rusia cuenta con cuatro sistemas análogos que no controla Occidente, por lo que en menos de 24 horas, Rusia estaría conectada a dichos sistemas. 

La verdad es que en este escenario, pareciera que Rusia tiene todas las de ganar. Pero, la política y la economía contemporánea cambia en cuestión de segundos. 

Por eso… 

Como decía mi abuela: “amanecerá y veremos”