El tema del “dinero barato” lo hemos tocado indirectamente en varios de nuestros artículos. Pero, en esta oportunidad, conversaremos sobre el impacto del costo del dinero actual en la creación de burbujas financieras.

Creemos que es importante hablar sobre esto, ya que nos podría dar algunas pistas para tratar de entender el panorama económico actual. Pero, además, será de gran utilidad para poder determinar el rumbo de nuestras inversiones.

 

Comencemos por el principio: ¿Qué eso del “dinero barato?

 

El dinero barato hace referencia a una situación en la política monetaria es de carácter expansivo. Desde lo cual, la tasa de interés baja sustancialmente. Por eso, es el momento ideal para solicitar créditos. Entonces, con esta disminución se intenta lograr que el dinero circule con el aumento del crédito. En resumen, hablamos de hacer atractivo el momento para endeudarse.

Entonces el “el dinero barato” es una estrategia para estimular la masa monetaria a corto plazo.

No creas que esto es una idea surgida del momento, este movimiento tiene su base en las teorías económicas del Keynesianismo. Esta es una perspectiva económica que propone la presencia protagónica del Estado en las dinámicas económicas para asegurar el crecimiento.

Todo muy controversial ¿No?

Pero, sin duda esto tiene dos consecuencias importantes:

  • Crecimiento de los índices inflacionarios.
  • Aumenta el flujo de dinero en efectivo lo que al final termina afectado las políticas monetarias de cada país.

Sin embargo, a primera vista…

Se trata de una estrategia que al corto plazo puede incentivar las inversiones, el empleo, las inversiones públicas y por lo tanto, el impacto de la crisis económica es mucho menor.

 

De la teoría a la práctica: ¿Qué es lo que está pasando en la actualidad?

 

Como ya hemos visto,  “el dinero barato” significa que el valor del dinero alcanzó mínimos históricos, al punto de que en muchas de las economías desarrolladas las tasas de interés han llegado a cero.  Hay que aclarar que este no es un fenómeno que irrumpió en la superficie gracias al coronavirus.

De hecho, esta caída del valor del dinero sucede desde la crisis económica del 2008. Pero, no hay que obviar que, con la aparición de la pandemia, las tasas de interés han caído estrepitosamente. Esto ha surgido como una respuesta de los Bancos Centrales para reducir el impacto económico causado por el Coronavirus.

Probablemente te preguntarás ¿Cuál es la estrategia detrás de este movimiento?

Te lo vamos a explicar, la disminución del costo monetario es una manera de incentivar los préstamos bancarios. Se trata de motivar a las empresas para realizar inversiones productivas, esto es clave para dinamizar la economía al generar empleos, estimular el consumo y sobre todo, se busca que los gobiernos tengan la capacidad de endeudarse o en otro caso, abre las puertas para renegociar sus respectivas deudas en tasas realmente cómodas.

Desde esta perspectiva, la reactivación pasa por la distinción de préstamos por encima del ahorro. Esto, acompañado por la impresión de billetes por parte de los Bancos Centrales. Entonces, este escenario que se plantea a raíz de la crisis económica podría explicar las divergencias entre la abundancia bursátil y las dificultades de carácter titánico que ha representado la recuperación económica.

¿Qué queremos decir con esto?

En otras palabras, este contexto caracterizado por la preeminencia del dinero rápido y fácil ha generado oportunidades increíbles para los inversores. Pero, genera profundas asimetrías económicas pues, mientras los inversores hicieron más dinero a causa del mercado bursátil e inmobiliario, este escenario ha afectado a las pequeñas empresas y a las familias que dependen de su ingreso salarial.

Para que tengamos una idea, en Estados Unidos el 1% de su población concentra la mayor creación de riqueza. Para el 2020, lograron concentrar el 35% de la riqueza generada en el 2020, esto acorde a un estudio económico realizado por la reserva federal norteamericana.

La lógica de los mercados financieros

 

Con tasas bajas de interés, es bastante complejo determinar el valor real de los activos. Por eso, hemos visto situación como el de Game Stop. En este sentido, uno de los mayores riesgos de contextos financieros como éste, es precisamente la creación de burbujas financieras en la que los precios aumentados van a caer en el momento preciso en que suban las tasas de interés.

Entonces, hay que pensar la conformación de burbujas financieras como señales de peligro generadas precisamente en el contexto del dinero barato. Es más, varios analistas financieros parecen coincidir en el hecho de que estamos viviendo una especie de burbuja global en lo que se refiere a los precios de activos y el mercado crediticios.

Pero, en cualquier momento… cuando la Reserva Federal se vea obligado a subir las tasas de interés para evitar la sobrecarga económica por el paquete de estímulo  propuesto por Biden: ¡La burbuja va a estallar!

Además, no es por ser mala vibra. Pero, si analizamos los valores bursátiles actuales encontraremos que hay una coincidencia terrible con los valores bursátiles antes del crack de 1929.  A esto, hay que sumarle los precios en el mercado inmobiliario que ha registrado precios increíbles en países como Canadá, Australia y otros…

También, entra en la ecuación los mercados especulativos relacionados con el bitcoin y el arte digital (NFT). Esto ocurre porque hay un exceso de liquidez que lleva a los inversores a tomar riesgos que representan un menor rendimiento.

 

¿Estamos cerca del apocalipsis?

 

Pues no. Ya que Jerome Powell (Presidente de la Reserva Federal) manifestó que es muy poco probable que suban las tasas de interés en el 2021. De hecho, la pandemia y la distribución global de vacunas, aún representa un riesgo económico aún más complejo.

Entonces para poner orden en este caso, hay que aclarar que la era del dinero barato es una estrategia que busca ganar algo más de tiempo hasta que la vacunación global sea una realidad tangible y podamos enfilar los esfuerzos en la recuperación económica mundial.

Frente a esto, el panorama es esperanzador porque mientras las tasas de interés se mantengan así, estaremos tranquilos. Pues, las burbujas financieras tienen la oportunidad de desaparecer sin dejar consecuencias catastróficas.