Puede parecer un tanto paranoico. Pero, las fake news representan un riesgo empresarial increíble. Como hemos podido ver a la hora de estudiar el comportamiento económico de algunas empresas, la información que el inversor pueda recaudar puede hacer la diferencia.

Esto significa que en la época de las fake news, el riesgo económico y empresarial que representa la información falsa, básicamente se multiplica al infinito. Por ejemplo: tal y como explica Inés Alegre en la revista Harvard Deusto: en el 2018 las acciones de Amazon bajaron un 5% que equivale a la suma de 60.000 millones de dólares que se esfumaron sin razón aparente. Pero, como todos sabemos, una pérdida de este calibre no sucede por razones causales, siempre hay algo detrás.

Ahora bien…

Ese “algo” toma diferentes matices. Puede ser una percepción que ponga al mercado en alerta. Y, en el caso particular de Amazon, se esperaba una regulación del Gobierno Federal en contra de la compañía.  De hecho, Donald Trump había mencionado en su cuenta de Twitter para señalar que Amazon no pagaba impuestos, además de culparlos de la quiebra de miles de negocios pequeños.

Como era lógico suponer, había una tensa calma… pues se esperaba que la administración Trump actuara. Aquí es donde la historia da un giro interesante, pues Amazon en su defecto si paga impuestos en los Estados en los que están ubicados sus centros de operaciones.

Técnicamente, Trump no mentía. Pero, tampoco decía la verdad.

 

Otras historias…

 

Esta anécdota parece sacada de una película para adolescentes. Claro, con la diferencia de en vez de adolescentes estamos hablando de compañías multimillonarias. En el 2013, Samsung fue multada por pagar a otras empresas que generaran reviews negativos de su competidor más cercano: HTC.

Pero, lo más resaltante de todo esto es que Samsung  no es la única empresa que realiza este tipo de prácticas. En consecuencia, la información falsa –acorde a un estudio de la Universidad de Baltimore- es que las fake news le cuestan a la economía global más 78 mil millones de dólares de las cuales más de 39 mil millones recaen en pérdidas bursátiles.

¡Increíble pero cierto!

Es cuestión de estar alertas, a medida que las tecnología se complejiza los fake news son más elaborados. La línea entre lo real y el simulacro es muy delgada. Pero aquí está el problema: las fake news son la gasolina de las redes sociales, en este sentido vale preguntarse: ¿Es hora de regular las Redes Sociales? ¿Cuáles son los límites de la libertad de expresión?