Esta es quizás una de las historias más extrañas en el mundo del emprendimiento que lo tiene todo: sueños cumplidos relacionados con unicornios, un CEO extraño pero carismático y una estrepitosa caída.

Básicamente, se trata de la debacle comercial más importante de los últimos años. Por lo que, me pareció interesante hablar sobre el tema, pues, al final… se trata de una empresa que se ha expandido globalmente a una velocidad increíble: tiene más 848 ubicaciones disponibles en más de 123 ciudades del mundo distribuidas a lo largo y ancho de los cinco continentes.

¿Qué pasó?

 

WeWork tiene un modelo de negocio muy interesante, se trata de un concepto híbrido en el que los bienes raíces y la tecnología se unen para concretar una red social física. Esta idea innovadora los llevó a crecer sin parar en la última década.

Casi parece la historia de un cuento de hadas en la que una linda startup se convierte en unicornio tipo la oruga se convierte en mariposa. Todo fue maravilloso hasta que en el 2019 se prendieron las alarmas, la empresa decide dar a conocer su salida en la bolsa lo que implica que todos sus reportes financieros se hicieron públicos y ahí empezó la catástrofe. Lógicamente las autoridades regulatorias de Wall Street los revisaron y encontraron una serie de irregularidades que puso a la directiva en jaque.

Esto significó que el valor de WeWork pasó de 47.000 millones de dólares a 8.000 millones de dólares. Pero, eso no es nada… ¿Recuerdan el CEO extraño pero carismático que les comenté más arriba? Pues, tuvo que ser destituido. Las razones son obvias pero es imposible no mencionar, el conflicto de intereses que suscitó el hecho de que Adam Neuumman (CEO de WeWork) pedía créditos a la compañía con el 0.64% de interés para comprar edificios para arrendárselos a la MISMA compañía.

Traducción: se dio a conocer que WeWork llegó a pagar hasta 12 millones de dólares por propiedades que técnicamente son del CEO de la empresa.

Ahora bien…

En el 2017 Masayoshi Son, CEO del SoftBank llegó a invertir más de 10.000 millones de dólares en WeWork con la idea ayudar a la expansión de la marca al mercado asiático. En este sentido, Neumman alegaba que los 47 mil millones de dólares que valía la marca, no tenía mucho que ver con sus números, sino con la “energía y espiritualidad de la empresa”.

Sin embargo, en el 2019 los planes de salir a la bolsa se pararon abruptamente. WeWork planeaba vender acciones de la compañía por un total de 3500 millones de dólares  hasta que el escrutinio de Wall Street reveló que sus pérdidas alcanzaban el 25% de su valor total.

Es decir, la empresa gastaba más de lo que generaba. Sus números estaban en rojo. Más los conflictos de intereses generados por la gestión de Neumman, llevaron a que el valor de la empresa se desplomara hasta los 8.000 millones de dólares. Incluso, hay analistas que hablaron en algún momento que el valor de WeWork podía llegar a cero.

Por esta razón, los inversionistas pidieron la renuncia de Neumman para que SoftBank emitiera un paquete de rescate que alcanzó los 9.5 mil millones de dólares. Ahora con un nuevo CEO llamado Sandeep Matharani, el panorama de WeWork está enfocado hacia la rentabilidad sobre la premisa del crecimiento.