Si hay algo interesante que nos abre la era digital es la valoración de las compañías con un alto componente tecnológico, es que su valoración no tiene relación con la evolución de su precio en el mercado. Lo que nos abre la siguiente pregunta ¿Cómo se puede valorar la innovación?

Si, la valoración económica  de las empresas digitales suele ser un tema espinoso. Pues, estamos de acuerdo en el hecho de que el mundo digital es determinante pero su valor económico es importante también. Pero, la cuestión es que no tenemos muy claro los parámetros de medición para valorar el mundo digital.

Algo de contexto

Vale revisar experiencias como la de IPO1 en Farfetch, esta empresa dedicada a la comercialización de productos de lujo. En el momento de debutar en la bolsa, una acción costaba 27 dólares pero el mismo día alcanzó los 30,6 dólares. En menos de un mes, el valor de las acciones descendió hasta los 20 dólares.

Lo mismo sucedió con Snapchat, la compañía fundada en el 2011, sale a la bolsa en el 2017 con un valor de 1300 millones de dólares pero con un EBIT negativo de 500 millones de dólares y un flujo de caja negativo de 1.100 millones de dólares. Unos días después de salir al público, el precio de la acción subió hasta los 29 dólares para descender en el 2018, hasta los 7 dólares.

El caso de Spotify es bastante interesante, dada la volatilidad relativa a su valoración. En abril del 2018, sus acciones para el público con un valor de 165 dólares para decaer hasta los 140 dólares al día siguiente. Pero, eso no es nada, en julio el valor de las acciones era de 195 dólares y en menos de dos meses el precio descendió hasta los 128 dólares.

¿Qué deben hacer los inversores?

En este sentido, el valor real de una empresa tecnológica o startup debe ser analizar tanto el valor real de la organización sin tomar en cuenta la evaluación de su capital humano, su reputación y demás detalles. Y, por el otro lado hay que analizar el valor económico de las disrupciones que posea dicha empresa.

La suma de ambos factores nos acercará a la valoración real de la organización que, dividido por el número de acciones en circulación nos dará el precio de cada título bursátil. En este sentido, para valorar la innovación requiere de una evaluación de carácter independiente que permita poner en perspectiva el valor real de la empresa.